miércoles, 8 de febrero de 2017

Ansiedad por Separación



       AnsiedAd por sepArAción

Dra. M.V. Rita Irene Castillo


La relación emotiva que los perros entablan con sus dueños puede ser muy intensa. Les siguen por toda la casa, duermen en el suelo al pie de sus camas y les miran inquietos cuando salen por la puerta sin ellos. La profundidad de esta devoción es maravillosa: es una de las razones por las que las personas quieren tanto a los perros. Pero para algunos, el cariño es tan intenso que no soportan no ver a sus dueños y enloquecen un poco siempre que se quedan solos. 
Los expertos denominan este sentimiento ansiedad por separación. Cuando los propietarios salen de casa, los perros que sufren esta ansiedad hacen todo lo posible para luchar contra su miedo. “Por desgracia, su manera de hacerlo implica cosas como ladrar sin cesar, destrozar zapatos, muebles y otras pertenencias, o saltar vallas o ventanas”. Al igual que nosotros, los perros son seres sociables. “Para ellos es estresante separarse de otras criaturas”. Por supuesto, la mayoría hace frente al estrés de formas más tranquilas y menos destructivas, por lo general durmiendo o jugando con sus juguetes. Pero para los perros que
sufren esta inquietud, que no se acostumbraron a estar solos cuando eran pequeños o sufrieron alguna experiencia traumática, dormir no es una opción. Lo que quiere es acabar con su miedo y tener a su dueño en casa. “No sirve de nada castigar a los perros que sufren de éste problema” aseguran expertos. En lugar de eso, enséñele que estar solo no significa ser abandonado.

Olvídese de las Despedidas Cariñosas: Cuando sabe que
su perro está asustado, cuesta mucho salir de casa sin
despedirse de forma emotiva o volver a casa y no saludarle
eufóricamente. “Pero no es una buena idea montar un
numerito al entrar o salir”. Eso solo sirve para que su perro
conceda demasiada importancia a sus idas y venidas, cuando lo que usted quiere es que es que le resulten de lo más normal. Es mejor ignorar a su perro unos 10 minutos antes de salir o después de entrar en casa. Si ve que usted no está desconcertado, es más probable que siga su ejemplo.

Manténgalo Ocupado: Encuentre una manera de que olvide su miedo, una de las mejores formas de conseguirlo es dejarle muchos juguetes cuando se vaya. Por ejemplo, un hueso o una caracola hueca, en cuyas cavidades se puede poner queso o mantequilla, o bien una croqueta del mismo
concentrado. La mayoría de los perros pasan horas tratando de hacerse con las golosinas. Otra forma de mantener su mente ocupada es jugar a la caza del tesoro.
Una caracola rellena de
caprichos comestibles
mantendrá ocupado

durante horas a este

cobrador dorado

Esconda parte de su comida por la casa, en lugares que pueda alcanzar, pero que deba buscar, como detrás de una silla o debajo de una revista. Su olfato le permitirá saber que algo especial va a suceder. Hágalo al mismo tiempo que comience a hacer señas que le indiquen que se va, como buscar las llaves o dirigirse hacia la puerta. No salga de casa las primeras veces que organice este juego hasta que no muestre estar tranquilo cuando le haga signos para mostrarle que se va. Con el tiempo llegará a asociar su partida con la diversión, o al menos no estará molesto cuando se vaya. En lugar de eso, estará ocupado en la caza y no se mostrará tan inquieto.

Mímelo Menos: No hay nada de malo en prestarle muchas atenciones, pero no debe excederse si su perro ya es inquieto de por sí. Si le presta demasiadas atenciones, suplicará su compañía aun más, lo que puede causar problemas cuando usted no esté en casa. Consiga que no pase todo el tiempo a sus pies o detrás de usted y no le preste atención simplemente porque esté cerca. Debe aprobar sus atenciones, pero no enloquecer cuando no las reciba.

Consiga que se Canse: los perros que están cansados suelen ser menos miedosos, por lo que vale la pena conseguir que se agote antes de irse de casa. “El ejercicio es un sedante maravilloso” aconsejan expertos del comportamiento canino.
Encuéntrele un Amigo: Algunos perros nunca se acaban de acostumbrar a estar solos. Si no puede quedarse en casa durante el día, contrate un cuidador para que vaya una vez al día. O apúntelo a una guardería canina, donde disfrutará de compañía. Aunque no será la compañía que él desee, es decir, usted, lo mantendrá ocupado.
Consulte a los Expertos: Si ninguna técnica surte efecto, solicite la ayuda profesional de un adiestrador de animales. Consiga que su veterinario le haga un chequeo para comprobar que el estrés no se debe a un dolor o una enfermedad. También puede aumentar su autoconfianza dándole clases de obediencia.

Tomado de: El Veterinario en Casa (guía de cuidados caninos)
Publicado por Matthew Hoffman.
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